El jardín planetario es un concepto creado por el pensador y jardinero Gilles Clément, que considera la globalización a la luz de la diversidad de las criaturas vivientes de manera radicalmente opuesta a la estandarización, planteando la necesidad de colaborar en la conservación y difusión de la diversidad del entorno.
Para ello estamos obligados a anticiparnos, y a construir escenarios futuros, donde imaginemos cómo queremos vivir de manera equilibrada. Desde esta perspectiva el jardín planetario es un proyecto de integración.
Precisamente, mientras realizamos esta propuesta en San Juan de Aznalfarache, en Palermo se esta celebrando la bienal de arte contemporáneo europeo -Manifiesta- que precisamente se titula este año Planetary Garden, y que aborda la problemática de cómo vivir mejor y de manera más justa en un mundo donde personas, plantas, animales y mercancías están en continuo movimiento. Un desafío que se inspira en la idea de Gilles Clément del jardín como espacio de coexistencia, donde cosas provenientes de lugares lejanos, separados por miles de kilómetros se encuentran y se tocan, y conviven, y generan condiciones adecuadas que la vida prospere... de manera inesperada… generando sombra, frescor, oxigeno, salud, etc…
De manera análoga, en un único parterre de la plaza encontramos árboles procedentes del Mediterráneo, pero también de Asia, América, Africa u Oceanía.
Para evidenciarlo lo hemos limpiado, como si fuera un lugar sagrado y bondadoso y no un basurero vallado. Hemos puesto alfombras que, partiendo de los troncos se extienden por la superficie sin llegar a encontrarse unos con otros. Y sobre ellas, hemos rotulado sus nombres y su lugar de procedencia.
Mientras lo hacíamos -junto a más de 20 vecinos de San Juan- nos gusto tendernos sobre las alfombras, mirar hacia arriba, recrearnos en su sombra inmanente, en sus frescos efectos, que contrastan, por ejemplo, con el espacio destinados a juegos infantiles situado justamente frente a este parterre y que no goza de las mismas cualidades.
La instalación pretende, por tanto, no solo poner en valor la historia de lo que existe, sino explorar la capacidad de lo existente para relacionarse de diferentes modos…